Nocturneando

Este ha sido un fin de semana fantástico compartiendo curso de fotografía nocturna con unos compañeros geniales y un profe excepcional, Carlos Serrano.

Hemos aprendido muchísimo (ahora toca practicar) y nos hemos reido como niños en un fin de semana de convivencias.

La aventura empezó el viernes en un pueblecito de Lleida llamado Espot. Desde allí nos dirigiriamos al Parc nacional d'Aigüestortes para hacer las prácticas.

La teórica en el hotel fué muy interesante y en ningún momento nos dormimos, a pesar del cansancio de acostarse tarde (es lo que tiene la fotografía nocturna) y levantarnos pronto para poder aprender más.

Fué divertidisima la subida y bajada con taxis-jeeps por pista forestal hasta el refugio d'Amitges. Las carcajadas no pararon en todo el trayecto, debido a las ocurrencias de cada uno (si es que nos juntamos lo mejor de cada casa) y a la risa nerviosa provocada un poco por el miedo a un vamos a volcar o a hacer la croqueta montaña abajo.
Por suerte los taxistas se saben el camino de memoria y aunque parezca peligroso hay que vencer los miedos y probarlo ya que es toda una experiencia que ni en los mejores parques de atracciones vas a experimentar. 

El fin de semana estuvo lleno de anécdotas, de risas y de clicks a la luz de una luna gibosa que en algún momento nos fastidió un poco las fotos por la claridad que desprendia.

Nos defendimos bastante bien con las pruebas a ISO 1600, largas exposiciones, iluminaciones con flash y linternas.




En definitiva dos días que nos supieron a poco y que recordaremos durante muchísimo tiempo.

Es fantástico conocer gente tan alegre y divertida que comparte tu afición.